Riesgos para el jugador de póker


Impacto en el cuerpo
Postura incorrecta y desequilibrios musculares: Sentarse durante largos períodos, especialmente con una mala postura, provoca tensión en el cuello, hombros y espalda baja. Esto puede derivar en problemas como cifosis (joroba), dolor lumbar crónico, pérdida de la lordosis lumbar, hernias discales, acortamiento del psoas, inflamación de la zona ciática, inflamación de la articulación coxofemoral, debilitamiento del glúteo y suelo pélvico, rigidez en las caderas y acortamiento de los flexores de la caderas como los isquiotibiales lo que afecta directamente a nuestro rango de movilidad de forma negativa y aumenta nuestro riesgo de lesiones. Además, usar el mouse o teclado durante horas puede generar tensiones acumulativas, como el síndrome del túnel carpiano o dolor en las articulaciones de los dedos. Permanecer inmóvil durante mucho tiempo disminuye la circulación, especialmente en las piernas, lo que puede causar hinchazón, calambres y aumentar el riesgo de trombosis venosa profunda. Si disminuye la circulación, quiere decir que también hay menos sangre llegando a tu cerebro. Por otro lado, la exposición prolongada a la pantalla genera síndrome de fatiga visual digital, que incluye ojos secos, enrojecidos, visión borrosa y dolor de cabeza.
Impacto en la mente
La exposición constante a la pantalla y la falta de descanso mental sobrecargan tu cerebro, lo que puede llevar a un estado de "agotamiento mental", es más fácil caer en el “tilt” si llevamos muchas horas jugando por ejemplo. Las largas sesiones sedentarias disminuyen la actividad cerebral, reduciendo tu capacidad para procesar información y tomar decisiones claras. Estar horas en un entorno de alta presión (como es el caso del póker) puede intensificar los niveles de estrés, ansiedad y, eventualmente, llevar al burnout.
Impacto en la respiración
Respiración superficial: Estar sentado con la espalda encorvada comprime el diafragma, limitando tu capacidad pulmonar. Esto lleva a una respiración superficial, que reduce la oxigenación del cerebro y del cuerpo. Pensarás con menor claridad, además de que activarás tu sistema simpático, por lo que tu mente comenzará a pensar que hay un problema ya que no estás respirando de forma efectiva, lo que derivará en aumento de la ansiedad, el estado de alerta y el estrés crónico. Además, pasar horas en la misma posición puede hacer que te desconectes de señales físicas importantes, como tensión muscular o falta de aire, perpetuando malos hábitos respiratorios.
Impacto global en el rendimiento
Todas estas consecuencias físicas, mentales y respiratorias afectan directamente a tu rendimiento como jugador de póker: Reducen tu capacidad de concentración y aumentan el riesgo de cometer errores. El estrés y la falta de oxigenación afectan tu claridad mental, tomarás más decisiones impulsivas. La tensión acumulada y el agotamiento general limitan tu capacidad de mantenerte enfocado durante largos períodos, tendrás más fátiga y será más probable que te veas en un estado de “tilt”.





